La fotografía como testimonio de lo que somos
En los rostros, de la humanidad que somos, se dibujan las ausencias y las despedidas. Quedan las marcas de nuestras rebeldías, nuestra negación de dejar nuestros afectos. No aceptamos las partidas inevitables.
La vida, con sus fortunas y derrotas, va moldeando las líneas desiguales que trazan los rostros y, que el paso del tiempo va transformando.
Nuestra piel, nuestros gestos, la corporeidad que somos, narra por si sola las historias de vida y los episodios de la existencia.
Desde el frágil caparazón que nos sostiene reflejamos una interioridad rica y compleja, una vulnerabilidad que nos define en esta mortalidad ineludible.
Asombrados por la vida, nos turba y obsesiona la muerte. Nuestro devenir está signado por ambas.
Con los fantasmas, que siempre nos acompañan, con sus palabras y todos los recuerdos que nos dejaron antes de marchar, intentamos comprender quiénes somos y forjar los días con los otros.
La fotografía, se constituye, en un testimonio más, de ese leve recorrido. Intenta captar esa vida intangible que esta más allá de lo que muestra lo aparente. El fotógrafo y lo fotografiado; la foto y sus espectadores tejen un discurso, expresan una red de significaciones en ese intento humano de encontrar respuestas.
En esta nueva publicación de retratos de personajes del país que nos presenta el fotógrafo documentalista Alexis Pérez-Luna se perciben estas preocupaciones existenciales, estas dudas eternas. Las ausencias y los dolores, el coraje y la vida. Pero, además, esta selección de fotografías es un tributo a la gente y sus luchas cotidianas. En cada uno de los retratos expuestos en estas páginas encontramos personajes que narran sus heroicas batallas.
Están allí, sin temor a mostrarse, mujeres y hombres luchadores unos, vencidos otros, protagonistas de una vida signada por las dificultades. Supervivientes de las carencias ancestrales de territorios olvidados por todos. Desde allí nos retan a la reflexión, nos movilizan para sacarnos de la inercia y el pesimismo.
Este libro es un homenaje dirigido a los que están y a los que ya se han ido.
A quienes dejan su legado, en este vasto territorio de soledades y de búsquedas. En este país en el que tenemos aún mucho por hacer en este breve camino entre la vida y la muerte.